domingo, 8 de mayo de 2011

Mapas, carretera y manta

Con el cartel de “No quedan entradas” colgado en la puerta, el Auditorium Club de Málaga tuvo el privilegio de acoger la presentación de Mapas, el nuevo disco de 'Vetusta Morla'. La noche comenzó sobre las 21.30h, cuando unos gallegos bastante hipsters salieron al escenario para interpretar el duro papel de telonear a estos chicos de Tres Cantos que en apenas dos años se han convertido en 'cabeza de cartel' de los festivales más indies del panorama nacional.

Tras un tedioso concierto, nada original y poco llamativo de los que se hacen llamar 'Eladio y los seres queridos' el ambiente ya estaba más que caldeado. Y no sólo por la ansiosa espera. La carpa del Auditorium era una sauna. 30ºC y lona de vinilo cubrían todas las paredes. Suelo incluido.

Un piano en la oscuridad fue el ingrediente base con el que abrieron el directo. “Ábrelo, ábrelo despacio...” se escuchó por encima del respetable. Eran 'Los días raros', el primer track de su nuevo trabajo. Una de esas canciones que son el resultado de una combinación perfecta entre letra y melodía. Una de esas canciones que son capaces de provocarte con cada palabra un sentimiento que crece desde lo más profundo de tus entrañas para terminar en un esbozo de sonrisa mientras tratas en vano de contener las lágrimas.


Cómo era de esperar, el setlist del concierto estuvo centrado en los temas de su nuevo albúm. Desde el comienzo se les vio la clara intención de que el público lo juzgara y disfrutara. 'Boca en la Tierra' y 'En el río' fueron el preludio de la histeria que recorrió el espacio cuando comenzaron a sonar los primeros acordes de 'Copenaghe', seguido de 'Lo que te hace grande', 'Escudo Humano' y 'Canción de Vuelta'.

El asfixiante calor que se respiraba en el recinto y la ausencia de elemento líquido alguno en las barras (a excepción del sudor colectivo) no mermaron la entrega y pasión de las cerca de 3000 almas que se apiñaban al unísono cantando junto a Pucho la letra de 'Sálvese quien pueda'. Distinto fue cuando en 'Valiente', uno de los temas más esperados y coreados por sus fans, llegaron los problemas técnicos, dejando a la banda sin sonido. Fue graciosa la primera vez que Pucho dijo “apuntador, deme la voz”. No tanto en las siguientes.

Con canciones como 'Mapas', 'Maldita Dulzura' y 'Baldosas amarillas' se apreció un bajón considerable en el ánimo de los asistentes. Ánimo que remontó el vuelo casi al final del concierto cuando sonaron 'Un día en el mundo' y 'El hombre del saco', una canción en la que priman las percusiones y que desde el primer segundo nos invita a danzar. Y danzamos como malditos viendo como la banda hacía el típico paripé de despedirse mientras el público aclamaba “otra, otra”. Así fue como 'Año nuevo' puso el broche final a un espectáculo que se vino a menos. Un espectáculo que por momentos resultó insoportable, bien por la asfixiante atmósfera o bien por los problemas de sonido.

En vano continuaron gritando algunos ilusos “otra más” mientras los chicos de Vetusta Morla cogían carretera y manta para perderse hacía una nueva ruta por sus particulares 'Mapas'.