domingo, 24 de octubre de 2010

Una bomba de relojería

Así es como defino a la organización Wikileaks.
Su fundador Julian Assange, es un editor 'con un par de huevos'. Un hombre inteligente y valiente que no ha dudado en poner en jaque al mismísmo Pentágono en su compromiso con la verdad como si de un 'Juramento Hipocrático del Periodismo' se tratase.
En abril de este año liberaron unos 77.000 documentos desclasificados sobre la ocupación en Afganistán que destapaban la muerte de cerca de 20.000 afganos -civiles en su mayoría-. Denunciaron las ejecuciones off the record  llevadas a cabo en Kenia y también hicieron temblar los cimientos del gran banco islandés, The New Kaupthing, con la salida a la luz de un documento oficial que evidenciaba la gestión irresponsable de sus administradores, los cuales acabaron sufriendo penas de cárcel en los meses posteriores a su publicación.
Anoche -por fin- hicieron públicos los cerca de 400 mil documentos relacionados con la guerra de Irak que venían anunciando desde hace semanas. Wikileaks para facilitar la lectuera al usuario ha habilitado una web, War logs, donde podemos acceder a la información de una forma rápida y sencilla.
Y el Pentágono como buen previsor de 'lo que se le venía encima', puso a trabajar hace días a 120 expertos en los campos que imaginaba podrían ser expuestos por la organización.
El Dpto. de Defensa Estadounidense sigue escudándose en la seguridad nacional y ha anunciado que no va a hacer declaración alguna sobre los documentos expuestos por la organización de Assange, aunque previamente había declarado lo siguiente: "Deploramos la actuación de Wikileaks que anima a que se rompa la ley, se filtren documentos clasificados y luego caballerosamente comparten la información con el mundo, incluidos nuestros enemigos".
Y Hillary Clinton añadió: "Tengo la firme convicción de que debemos condenar en los términos más claros posibles la difusión de cualquier información, por parte de individuos u organizaciones, que ponga en peligro la vida de los soldados o civiles de Estados Unidos y de sus aliados".
Más nos vale a los que apoyamos a  Assange que se cubra bien las espaldas sino quiere que la próxima cabeza en rodar sea la suya.
Por mi parte apoyo su causa y espero que siga ofreciéndonos informaciones de calidad durante muchos años.


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